Los avances de la medicina han permitido la prevención de enfermedades que anteriormente eran mortales o dejaban graves secuelas en sus víctimas. Gracias a las intensas campañas de vacunación en nuestro país se han erradicado la poliomielitis y la difteria, a la vez que se mantienen controlados otros padecimientos, como la tos ferina y la rubéola.
Mientras que en México la cartilla de vacunación infantil incluye 15 inoculaciones, en países desarrollados consta de 20.
Esta cifra significaría el mismo número de «piquetes» en bebés de pocos meses, lo cual resulta bastante agresivo. Por ello se decidió hacer «paquetes» que incluyeran varias vacunas en una sola inyección. Por ejemplo, en México se aplica una «triple» que inmuniza contra difteria, tos ferina y tétanos.
En otras naciones se ha administrado un paquete hasta con nueve vacunas.
Sin embargo, en fecha reciente se hizo una evaluación y se comparó la cantidad de anticuerpos que se producen cuando la inmunización se administra en forma individual y cuando se realiza de manera grupal. Se encontró que algunas aplicaciones en conjunto producían menos anticuerpos que al efectuar inmunizaciones aisladas.
Es necesario llevar a cabo un control minucioso sobre los anticuerpos que se generan en los diferentes tipos de vacunas e identificar aquellos factores que podrían propiciar la disminución de su efectividad, ya que su deficiencia podría precipitar la reaparición o el incremento de casos de algunas enfermedades que se creían controladas.
Mientras que en México la cartilla de vacunación infantil incluye 15 inoculaciones, en países desarrollados consta de 20.
Esta cifra significaría el mismo número de «piquetes» en bebés de pocos meses, lo cual resulta bastante agresivo. Por ello se decidió hacer «paquetes» que incluyeran varias vacunas en una sola inyección. Por ejemplo, en México se aplica una «triple» que inmuniza contra difteria, tos ferina y tétanos.
En otras naciones se ha administrado un paquete hasta con nueve vacunas.
Sin embargo, en fecha reciente se hizo una evaluación y se comparó la cantidad de anticuerpos que se producen cuando la inmunización se administra en forma individual y cuando se realiza de manera grupal. Se encontró que algunas aplicaciones en conjunto producían menos anticuerpos que al efectuar inmunizaciones aisladas.
Es necesario llevar a cabo un control minucioso sobre los anticuerpos que se generan en los diferentes tipos de vacunas e identificar aquellos factores que podrían propiciar la disminución de su efectividad, ya que su deficiencia podría precipitar la reaparición o el incremento de casos de algunas enfermedades que se creían controladas.