Existe una gran variedad de métodos anticonceptivos para las mujeres, pero las opciones para los hombres son sólo dos: el condón o la vasectomía. Es por eso que desde hace algún tiempo se ha tenido la idea de desarrollar un anticonceptivo inmunológico.
Dichas investigaciones estaban enfocadas en inmunizar a la mujer para que formara anticuerpos contra los espermatozoides; empero, este método no suministró buenos resultados.
En la actualidad se investiga una proteína llamada «eppina» que elabora el epidídimo, un tubo que se encuentra en los testículos y que almacena a los espermatozoides. Esta proteína se adhiere a la superficie del espermatozoide cuando madura, aunque su función específica se desconoce.
Un grupo de investigadores aplicaron esta proteína como vacuna a nueve macacos macho que ya habían procreado descendencia.
Siete de ellos formaron una gran cantidad de anticuerpos contra la eppina y ninguno de ellos fue capaz de fecundar de nueva cuenta a una hembra, a pesar de tener copulaciones frecuentes.
Una ventaja más que presenta este método es que parece ser reversible, toda vez que de los siete macacos que dejaron de ser fecundos, cinco de ellos recobraron la fecundidad después de algunos meses tras suspender la aplicación de la vacuna.
La anticoncepción inmunológica abre un nuevo campo de investigación con muchas posibilidades; pese a ello, aún falta mucho por hacer para que esta vacuna pueda aplicarse en los seres humanos.
Dichas investigaciones estaban enfocadas en inmunizar a la mujer para que formara anticuerpos contra los espermatozoides; empero, este método no suministró buenos resultados.
En la actualidad se investiga una proteína llamada «eppina» que elabora el epidídimo, un tubo que se encuentra en los testículos y que almacena a los espermatozoides. Esta proteína se adhiere a la superficie del espermatozoide cuando madura, aunque su función específica se desconoce.
Un grupo de investigadores aplicaron esta proteína como vacuna a nueve macacos macho que ya habían procreado descendencia.
Siete de ellos formaron una gran cantidad de anticuerpos contra la eppina y ninguno de ellos fue capaz de fecundar de nueva cuenta a una hembra, a pesar de tener copulaciones frecuentes.
Una ventaja más que presenta este método es que parece ser reversible, toda vez que de los siete macacos que dejaron de ser fecundos, cinco de ellos recobraron la fecundidad después de algunos meses tras suspender la aplicación de la vacuna.
La anticoncepción inmunológica abre un nuevo campo de investigación con muchas posibilidades; pese a ello, aún falta mucho por hacer para que esta vacuna pueda aplicarse en los seres humanos.