«El abuelo ya está viejo, todo se le olvida…» es una frase que, aunque tiene mucho de verdad, no es necesariamente cierta para todas las personas mayores.
Investigaciones realizadas por psicólogos han demostrado que la capacidad de la memoria de las personas de edad avanzada puede mantenerse en buen estado si en su juventud realizaron estudios superiores.
Al hacer pruebas de memoria en adultos, tanto jóvenes como mayores (con y sin estudios superiores), se reconoció que en ambos grupos la habilidad memorística y cognoscitiva era superior respecto de aquellos que habían cursado la universidad.
Sin embargo, el mecanismo cerebral para realizar funciones mentales cognoscitivas o de memoria es diferente, según se trate de un joven o de una persona mayor. Por medio de la resonancia magnética funcional se pueden visualizar las áreas del cerebro que trabajan cuando un individuo realiza un trabajo mental.
Durante estas actividades se ponen a trabajar los lóbulos temporales del cerebro de los adultos jóvenes con estudios; en cambio, se observa una gran actividad en áreas frontales en los individuos mayores.
La hipótesis de estos científicos establece que la pérdida gradual de memoria que se experimenta con la edad en los lóbulos temporales sucede en todos los adultos mayores. Sin embargo, aquellos que tuvieron una educación superior logran la conexión de una red neuronal compensatoria de los lóbulos temporales con el área frontal, que les permite «reclutar» y poner a trabajar neuronas de este último para efectuar funciones cognoscitivas.
Esto nos recuerda ese dicho mexicano tan conocido: «todo por no estudiar…»