Antes de aplastar a la araña que habita en su casa, tómese unos momentos para pensar en la asombrosa manera en que desafía la gravedad. Al reflexionar sobre esto, un puñado de científicos ha demostrado que este fenómeno se debe a unos muy diminutos cabellos que poseen los pies de estos insectos, que le permiten sostener muchas veces su propio peso, de manera que puedan pender de cabeza.
Expertos en biomecánica utilizaron un microscopio electrónico para observar las patas de una araña saltarina. Las imágenes confirmaron que, como en otras especies, la parte inferior de la pata está cubierta por largos cabellos llamados setae, forrados por vellos aún más finos.
Estos últimos, a los que se les denomina setules, tienen puntas triangulares.
Tales estructuras ya eran conocidas, pero nunca se había realizado un análisis profundo para identificar el tipo de fuerzas de adhesión observado.
Mediante una técnica que se aplica con regularidad en ciencia de materiales, el equipo midió las fuerzas adhesivas entre la pata de la araña y un pequeño sensor. De ese modo calcularon que la araña soporta 173 veces su propio peso mientras cuelga al revés, considerando que tuviera 600 mil setules en contacto con la superficie a la que estaba adherida. Sin embargo, las arañas no mantienen todos sus setules sobre el suelo o techo, según sea el caso, por lo que la fuerza verdadera de adhesión es mucho mayor.
Los encargados de la adherencia de los setules a una determinada superficie son las fuerzas de Van der Waals, que son atracciones electrostáticas entre las moléculas que se encuentran a un nanómetro de distancia entre sí; empero, cabe aclarar que es probable que tanto la fricción como otras fuerzas tengan también cierta participación.
Expertos en biomecánica utilizaron un microscopio electrónico para observar las patas de una araña saltarina. Las imágenes confirmaron que, como en otras especies, la parte inferior de la pata está cubierta por largos cabellos llamados setae, forrados por vellos aún más finos.
Estos últimos, a los que se les denomina setules, tienen puntas triangulares.
Tales estructuras ya eran conocidas, pero nunca se había realizado un análisis profundo para identificar el tipo de fuerzas de adhesión observado.
Mediante una técnica que se aplica con regularidad en ciencia de materiales, el equipo midió las fuerzas adhesivas entre la pata de la araña y un pequeño sensor. De ese modo calcularon que la araña soporta 173 veces su propio peso mientras cuelga al revés, considerando que tuviera 600 mil setules en contacto con la superficie a la que estaba adherida. Sin embargo, las arañas no mantienen todos sus setules sobre el suelo o techo, según sea el caso, por lo que la fuerza verdadera de adhesión es mucho mayor.
Los encargados de la adherencia de los setules a una determinada superficie son las fuerzas de Van der Waals, que son atracciones electrostáticas entre las moléculas que se encuentran a un nanómetro de distancia entre sí; empero, cabe aclarar que es probable que tanto la fricción como otras fuerzas tengan también cierta participación.