Si pensamos en chicharrón, tacos al pastor o carnitas descartamos casi de modo automático que se trate de comida que beneficie al corazón o el cerebro. Sin embargo, quizá pronto se puedan recomendar estos platillos como comida sana.
Los especialistas en nutrición recomiendan ingerir alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, que son abundantes en el pescado, ya que algunos experimentos comprueban que los ratones alimentados con este tipo de ácidos aprenden con mayor facilidad a salir de un laberinto, en comparación con los que consumen una dieta sin tales ácidos. También se ha visto, en ratones con Alzheimer genéticamente inducido, que los síntomas de este padecimiento se ven atenuados cuando se enriquece su dieta con estos agentes.
Por medio de ingeniería genética se introdujo en los genes de algunos cerdos un gen de un gusano que produce la enzima que convierte otros ácidos grasos en omega-3.
En condiciones normales, la carne de cerdo contiene sólo entre 1 y 2 por ciento de esos ácidos, mientras que la de los cerdos transgénicos es de 8 por ciento.
El asunto es que aún no se permite usar como alimento la carne de animales transgénicos, mientras no se compruebe por completo que no ocasionan algún daño posterior.