Es común en personas de la tercera edad que una discreta caída ocasione fractura de los huesos de la cadera. Esto se debe a que, en la gente mayor, la absorción del calcio es deficiente y esto produce la osteoporosis que, como su nombre lo sugiere, torna al hueso poroso y frágil, a raíz de la pérdida del mineral.
Las afecciones reumáticas, como artrosis y artritis, también comunes en este grupo de edad, requieren la administración de medicamentos antiinflamatorios, que dañan la mucosa gástrica e intestinal. Para protegerlos de esto es común que se prescriban fármacos que suprimen la producción y liberación gástrica de ácido clorhídrico. Uno de los más eficientes, hasta ahora, es el omeprazol.
Un estudio reciente ha mostrado que la incidencia de fractura de cadera es mayor entre aquellos que han consumido este medicamento por periodos prolongados.
Los investigadores suponen que esto se debe a que la falta de ácido en el estómago no permite que se disuelva el calcio presente en la dieta.
Dado que tanto los antiinflamatorios como el omeprazol reducen de manera favorable los síntomas de estos padecimientos, se ha sugerido que la persona que los consume incremente en su dieta productos lácteos que contienen calcio y que se determine de forma periódica en ellos la densidad ósea, todo con el fin de prevenir las temidas fracturas.