La rotura del «ligamento cruzado anterior» de la rodilla es un traumatismo que se reconoce con frecuencia en los deportistas. La regeneración del ligamento no ocurre de modo espontáneo.
Para repararlo se sustituye mediante técnicas quirúrgicas por una porción de ligamento sano del mismo paciente. Sin embargo, el procedimiento puede dejar una secuela dolorosa en la zona de donde se extrajo el ligamento sano, además de que se limita la función de la pierna.
Hasta ahora, el reemplazo de este tejido con ligamentos sintéticos se había intentado con poco éxito, pero un cirujano ha experimentado otra forma de regenerar los ligamentos y ha obtenido buenos resultados. Para ello coloca células de ligamento de conejo sobre un polímero sintético llamado «Poly(Llactide)». Fibras de este polímero se trenzan entre sí y forman una red porosa. Las células generaron un nuevo tejido, que se integró al polímero. Mediante un procedimiento quirúrgico, el tejido obtenido así se empleó para sustituir los ligamentos rotos en el conejo.
Después de tres meses se observó que se había conseguido una regeneración casi total del ligamento. El polímero es biodegradable y el tejido nuevo sustituye de manera paulatina al sintético, que se degrada y desaparece.
Es la primera vez que se logra esto. Sin embargo, aún se requiere mayor experimentación antes de que el procedimiento pueda probarse en seres humanos.
Para repararlo se sustituye mediante técnicas quirúrgicas por una porción de ligamento sano del mismo paciente. Sin embargo, el procedimiento puede dejar una secuela dolorosa en la zona de donde se extrajo el ligamento sano, además de que se limita la función de la pierna.
Hasta ahora, el reemplazo de este tejido con ligamentos sintéticos se había intentado con poco éxito, pero un cirujano ha experimentado otra forma de regenerar los ligamentos y ha obtenido buenos resultados. Para ello coloca células de ligamento de conejo sobre un polímero sintético llamado «Poly(Llactide)». Fibras de este polímero se trenzan entre sí y forman una red porosa. Las células generaron un nuevo tejido, que se integró al polímero. Mediante un procedimiento quirúrgico, el tejido obtenido así se empleó para sustituir los ligamentos rotos en el conejo.
Después de tres meses se observó que se había conseguido una regeneración casi total del ligamento. El polímero es biodegradable y el tejido nuevo sustituye de manera paulatina al sintético, que se degrada y desaparece.
Es la primera vez que se logra esto. Sin embargo, aún se requiere mayor experimentación antes de que el procedimiento pueda probarse en seres humanos.