Cuando se trata de elegir el mejor camino, ¿qué tan orientado es usted?, ¿es de los que simplemente confía en su destreza para ubicar lugares o necesita recurrir a la guía urbana? En este punto, hay animales que nos superan por mucho.
Algunos científicos han encontrado que las langostas espinosas son los primeros animales invertebrados en pasar pruebas para medir la capacidad de orientación conocida como navegación auténtica. Esta característica es la que permite a las palomas mensajeras y otros cuantos animales entender no sólo la brújula de orientación, es decir, ubicar el norte y el sur, sino también conocer su localización real en el planeta.
Científicos expertos en la langosta espinosa del Caribe han confirmado, mediante pruebas sistemáticas, su habilidad superior de navegación y sugieren que ésta guía su notable sentido al detectar su ubicación dentro del campo magnético de la Tierra.
Una conducción indirecta, al llevarlo a un nuevo lugar, no engaña al animal, tal vez porque el campo magnético del destino escogido delata la ubicación.
Para observar si en verdad estos animales tienen una capacidad especial para buscar su lugar, los científicos capturaron más de 100 langostas en diferentes puntos y las transportaron durante una hora a través de rutas intrincadas hacia un sitio de prueba. Durante el trayecto las mantuvieron guardadas en recipientes opacos, suspendidos de una cuerda, y en algunos casos los investigadores colgaron imanes dentro de los recipientes.
Al llegar al sitio de prueba, taparon los ojos de cada langosta con una cubierta removible y después ataron al animal en un tanque con piso resbaloso.
Con posterioridad, las langostas caminaron con pesadez en dirección de la cercana ubicación de su casa. Por ejemplo, las langostas desviadas 250 grados del norte se orientaron en promedio en un ángulo de 222 grados. Las condiciones magnéticas durante el transporte no influyeron en su comportamiento.
Por otro lado, para examinar los indicios que utilizaron las langostas, los expertos colocaron a cada animal dentro de un aparato que recreaba el campo magnético de otro lugar. Las langostas en un campo falso, «situado» a 400 km al norte de su casa, se enfilaron hacia el sur; y las que estaban en un campo falso «ubicado» al sur se dirigieron al norte.
Para aquellos que tienden a pensar en los invertebrados como animales inferiores, la langosta espinosa es un claro ejemplo de superioridad en cuanto a orientación
Algunos científicos han encontrado que las langostas espinosas son los primeros animales invertebrados en pasar pruebas para medir la capacidad de orientación conocida como navegación auténtica. Esta característica es la que permite a las palomas mensajeras y otros cuantos animales entender no sólo la brújula de orientación, es decir, ubicar el norte y el sur, sino también conocer su localización real en el planeta.
Científicos expertos en la langosta espinosa del Caribe han confirmado, mediante pruebas sistemáticas, su habilidad superior de navegación y sugieren que ésta guía su notable sentido al detectar su ubicación dentro del campo magnético de la Tierra.
Una conducción indirecta, al llevarlo a un nuevo lugar, no engaña al animal, tal vez porque el campo magnético del destino escogido delata la ubicación.
Para observar si en verdad estos animales tienen una capacidad especial para buscar su lugar, los científicos capturaron más de 100 langostas en diferentes puntos y las transportaron durante una hora a través de rutas intrincadas hacia un sitio de prueba. Durante el trayecto las mantuvieron guardadas en recipientes opacos, suspendidos de una cuerda, y en algunos casos los investigadores colgaron imanes dentro de los recipientes.
Al llegar al sitio de prueba, taparon los ojos de cada langosta con una cubierta removible y después ataron al animal en un tanque con piso resbaloso.
Con posterioridad, las langostas caminaron con pesadez en dirección de la cercana ubicación de su casa. Por ejemplo, las langostas desviadas 250 grados del norte se orientaron en promedio en un ángulo de 222 grados. Las condiciones magnéticas durante el transporte no influyeron en su comportamiento.
Por otro lado, para examinar los indicios que utilizaron las langostas, los expertos colocaron a cada animal dentro de un aparato que recreaba el campo magnético de otro lugar. Las langostas en un campo falso, «situado» a 400 km al norte de su casa, se enfilaron hacia el sur; y las que estaban en un campo falso «ubicado» al sur se dirigieron al norte.
Para aquellos que tienden a pensar en los invertebrados como animales inferiores, la langosta espinosa es un claro ejemplo de superioridad en cuanto a orientación