¿Qué diferencias hay entre el cerebro de una persona normal y una con tendencia a la depresión? Por primera vez los neurofisiólogos han logrado visualizarlas por medio de la resonancia magnética funcional, una técnica que permite delinear las zonas de ese órgano que tienen mayor flujo sanguíneo y, por lo tanto, mayor actividad ante ciertas circunstancias.
En el estudio, un grupo de personas se sometió a la proyección de diferentes imágenes que provocaban miedo y angustia. Éstas generaron actividad en dos zonas cerebrales: la amígdala y el giro cingular. La amígdala activa una respuesta ante situaciones de miedo y el giro cingular regula y controla la actividad de la amígdala.
En las personas normales, la actividad de la amígdala disminuía a medida que se incrementaba la del giro cingular.
Por el contrario, en aquellos individuos con tendencia a la depresión, no se observó una coordinación entre estas áreas, por lo que la amígdala reaccionó sin contrapeso al miedo y la ansiedad.
Los genetistas han encontrado que las personas con tendencia a este estado presentan una versión corta de cierto gen, el encargado de crear la proteína que transporta al neurotransmisor llamado serotonina. Esto imposibilita una coordinación adecuada entre la amígdala y el giro cingular. Las personas con el gen corto muestran cada día un nivel más elevado de ansiedad y preocupación ante posibles peligros. Los neurólogos relacionan estos síntomas con una tendencia a desarrollar depresión.
Conocer más a fondo las causas de este mal facilitará su diagnóstico y tratamiento.