¿Con quién se entendería mejor, al hablar una lengua extranjera que ambos dominan, con un mexicano o una persona nativa del lugar? La clave de todo parece hallarse en los acentos del lenguaje extranjero.
Un equipo de lingüistas ha descubierto que las personas que hablan inglés como segunda lengua se entienden unos a otros tan bien como lo hacen los hablantes nativos del idioma entre sí. Según los investigadores, esto sucede porque los hablantes extranjeros comparten un vocabulario fonético que carece de algunos de los efectos vocales que presenta el lenguaje en boca de un nativo.
Hay quienes piensan que sólo algunos idiomas, como el coreano y el chino, o el español y el italiano, comparten sonidos que ayudan a su entendimiento común.
Pero los investigadores de este estudio señalan que quizás existan características del lenguaje objetivo que todos los hablantes no nativos omiten, sin importar cuál sea su lengua materna. Por ejemplo, los hablantes de inglés americano no pronuncian a menudo con claridad las consonantes finales de palabra, lo que dificulta para los extranjeros articular una palabra tras otra en forma similar.
Para comprobar si quienes aprenden un idioma se entienden unos con otros aun cuando tienen diferente lengua materna, los investigadores reunieron a un grupo de estudiantes de una escuela americana de enseñanza inglesa.
Los participantes incluían a chinos, coreanos, bengalíes, hindúes, japoneses, romanos, eslovacos, españoles, así como hablantes nativos. Durante el estudio, los individuos se evaluaron por su claridad al pronunciar frases sencillas.
Los resultados mostraron que siempre que la capacidad de los concursantes no fuera muy baja, los no nativos se entendieron unos a otros en el idioma aprendido al menos tan bien como los hablantes nativos, tanto si compartían como si no la misma lengua materna.
Un equipo de lingüistas ha descubierto que las personas que hablan inglés como segunda lengua se entienden unos a otros tan bien como lo hacen los hablantes nativos del idioma entre sí. Según los investigadores, esto sucede porque los hablantes extranjeros comparten un vocabulario fonético que carece de algunos de los efectos vocales que presenta el lenguaje en boca de un nativo.
Hay quienes piensan que sólo algunos idiomas, como el coreano y el chino, o el español y el italiano, comparten sonidos que ayudan a su entendimiento común.
Pero los investigadores de este estudio señalan que quizás existan características del lenguaje objetivo que todos los hablantes no nativos omiten, sin importar cuál sea su lengua materna. Por ejemplo, los hablantes de inglés americano no pronuncian a menudo con claridad las consonantes finales de palabra, lo que dificulta para los extranjeros articular una palabra tras otra en forma similar.
Para comprobar si quienes aprenden un idioma se entienden unos con otros aun cuando tienen diferente lengua materna, los investigadores reunieron a un grupo de estudiantes de una escuela americana de enseñanza inglesa.
Los participantes incluían a chinos, coreanos, bengalíes, hindúes, japoneses, romanos, eslovacos, españoles, así como hablantes nativos. Durante el estudio, los individuos se evaluaron por su claridad al pronunciar frases sencillas.
Los resultados mostraron que siempre que la capacidad de los concursantes no fuera muy baja, los no nativos se entendieron unos a otros en el idioma aprendido al menos tan bien como los hablantes nativos, tanto si compartían como si no la misma lengua materna.