Ir al contenido principal

Bostezos contagiosos

 
 ¿Alguna vez le han contagiado un bostezo? No se trata de ningún virus o enfermedad, pero la acción de bostezar se transmite fácilmente entre determinadas personas.

   De acuerdo con un equipo de investigadores, las personas autoconscientes o empáticas tienen más probabilidad de contagiarse de los bostezos, lo cual objeta la idea de que es una mera coincidencia.

   Estudios recientes han mostrado que entre 40 y 60 por ciento de las personas que ven videos o escuchan hablar sobre el bostezo, terminan también haciéndolo.

   Pero los psicólogos se han cuestionado qué es lo que causa esta reacción refleja.

   Para descubrir por qué la gente es susceptible o refractaria a contagiarse de los bostezos, un equipo de especialistas presentó a un grupo de personas los videos de individuos en el acto de bostezar, registró el número de bostezos de los participantes y estudió sus perfiles de empatía. La conclusión de los psicólogos fue la siguiente: la transmisión de los bostezos quizás se deba a que un individuo se identifica con el estado de la mente de otra persona mientras ésta bosteza, lo cual puede accionar una imitación inconsciente. Estos hallazgos explican quizá también por qué los esquizofrénicos, que tienen una dificultad particular para realizar este tipo de identificación, raras veces se contagian de esta actividad.

   Para otros investigadores, que también han estudiado esta experiencia, el fenómeno tiene un sentido evolutivo. Según ellos, el bostezo contagioso pudo haber ayudado a nuestros ancestros a coordinar tiempos de actividad y descanso.

   Por otro lado, estos mismos científicos creen que bostezar mantiene al cerebro despierto en situaciones en las que el sueño no es deseado. Esto explicaría que nuestros tiempos pico de bostezo son temprano por la mañana y cuando nos esforzamos por mantenernos despiertos en la noche, es decir, al desvelarnos.

Entradas populares de este blog

Pingüinos

  No todos conocemos un pingüino, pero casi todos los hemos visto en imágenes desde que éramos niños. Pese a ello, muchas personas desconocen las condiciones extremas en que estos animales habitan.    El pingüino es el único vertebrado que vive durante el invierno en la Antártica sin madriguera o nido. En 2005, dichos animales tuvieron la compañía de un grupo de biólogos interesados en conocer lo que les permite vivir y reproducirse a temperaturas menores a los 25°C bajo cero.

Langostas bien orientadas

   Cuando se trata de elegir el mejor camino, ¿qué tan orientado es usted?, ¿es de los que simplemente confía en su destreza para ubicar lugares o necesita recurrir a la guía urbana? En este punto, hay animales que nos superan por mucho.    Algunos científicos han encontrado que las langostas espinosas son los primeros animales invertebrados en pasar pruebas para medir la capacidad de orientación conocida como navegación auténtica. Esta característica es la que permite a las palomas mensajeras y otros cuantos animales entender no sólo la brújula de orientación, es decir, ubicar el norte y el sur, sino también conocer su localización real en el planeta.

Calificaciones y ronquido

 ¿Es usted de las personas que duermen silenciosamente o de las que ejecutan un sonoro concierto con sus ronquidos? ¡Atención!, este fenómeno puede alterar algo más que las horas de sueño.    Un equipo de investigadores señaló que los niños que roncan con regularidad son más propensos a batallar con su trabajo escolar en comparación con aquellos que rara vez lo hacen.    Para su estudio, los investigadores pidieron a los padres de niños de tercer grado que calificaran sus ronquidos de acuerdo con la periodicidad con que ocurrían: siempre, frecuentemente, ocasionalmente o nunca. Después, compararon la frecuencia con el desempeño académico de cada menor.    Los resultados revelaron que aquellos que siempre roncaban eran casi cuatro veces más propensos a desempeñarse con bajo nivel en matemáticas, ciencias y ortografía, respecto de los que nunca lo hacían. De modo similar sucedía con los que presentaban esa costumbre con frecuencia.    En cuanto a los niños que lo hacían de mod