Por más de 30 años los científicos creyeron saber de qué forma las ostras, y otros moluscos de cuerpo blando, elaboraban su armadura de calcio. No obstante, una nueva investigación revela que las ostras construyen sus conchas con ayuda de una fuente inesperada: las células sanguíneas.
Por convención, se pensaba que las ostras construían sus casas de calcio mediante la emisión de una mezcla gelatinosa de moléculas orgánicas, secretada por el manto, que es la capa de piel que toca el interior de las conchas. Pese a ello, un grupo de investigadores descubrió, en ostras del este, cristales de carbonato de calcio dentro de las células sanguíneas, las cuales son móviles y amorfas.
Para probar que estas células sanguíneas contribuían a la formación de la concha, rompieron parte de ésta, para inducir su reparación. Después de 48 horas, descubrieron una gran acumulación de células sanguíneas en la parte rota, donde cumplían la función de formar la concha. Los científicos creen que este proceso no es único de estos animales, sino que se extiende para todo el filum de moluscos blandos con concha, el cual incluye caracoles y abulones.
Este descubrimiento es muy importante, ya que las células sanguíneas juegan también un papel en el sistema inmunitario; por lo tanto, encontrarlas en el proceso de construcción de la concha puede cambiar el modo de estudiar la resistencia a las enfermedades de las ostras. Sin duda, la industria de las perlas estará muy interesada en estas noticias, ya que querrá manipular la mineralización para generar más grandes y mejores gemas.
Por convención, se pensaba que las ostras construían sus casas de calcio mediante la emisión de una mezcla gelatinosa de moléculas orgánicas, secretada por el manto, que es la capa de piel que toca el interior de las conchas. Pese a ello, un grupo de investigadores descubrió, en ostras del este, cristales de carbonato de calcio dentro de las células sanguíneas, las cuales son móviles y amorfas.
Para probar que estas células sanguíneas contribuían a la formación de la concha, rompieron parte de ésta, para inducir su reparación. Después de 48 horas, descubrieron una gran acumulación de células sanguíneas en la parte rota, donde cumplían la función de formar la concha. Los científicos creen que este proceso no es único de estos animales, sino que se extiende para todo el filum de moluscos blandos con concha, el cual incluye caracoles y abulones.
Este descubrimiento es muy importante, ya que las células sanguíneas juegan también un papel en el sistema inmunitario; por lo tanto, encontrarlas en el proceso de construcción de la concha puede cambiar el modo de estudiar la resistencia a las enfermedades de las ostras. Sin duda, la industria de las perlas estará muy interesada en estas noticias, ya que querrá manipular la mineralización para generar más grandes y mejores gemas.