La osteoporosis es un padecimiento que afecta más a las mujeres que a los hombres, sobre todo después de los 50 años. Al llegar a la menopausia, una de cada dos mujeres presenta esta afección, en menor o mayor grado.
En los huesos se encuentran unas células, llamadas osteoclastos, que tienen la función de liberar un ácido que disuelve el tejido óseo que se ha desgastado. Las sustancias resultantes de esa disolución se reciclan para formar tejido óseo nuevo.
En la osteoporosis, este ciclo se desequilibra y se disuelve más hueso del que se construye. Es por ello que los huesos se tornan porosos y quebradizos, lo cual incrementa el riesgo de fracturas.
Aunque se conocen algunos de los factores que provocan la osteoporosis, poco se sabe del mecanismo mediante el cual se acelera la pérdida de materia ósea.
Se conoce que la falta de estrógenos en la menopausia aumenta la actividad de los osteoclastos, por lo que se ha buscado controlar su actividad con la administración de esta hormona. Sin embargo, estos tratamientos pueden tener efectos secundarios indeseables.
Los científicos han encontrado que el organismo produce unas sustancias, conocidas como Canabinoides, que también activan a los osteoclastos.
Han experimentado en cultivos de tejido óseo con fármacos que bloquean el sitio en donde actúan las sustancias. Esto redujo la actividad de los osteoclastos a la mitad, con notoria disminución de la pérdida de hueso.
Si bien la investigación todavía se encuentra en fase experimental, parece ser una esperanza para quienes padecen esta enfermedad incapacitante.