El avance de la medicina reproductiva es sorprendente y en la actualidad hay indicios de que la etapa fecunda de las mujeres podría prolongarse hasta la edad madura.
Médicos belgas comunicaron que una mujer cuyos ovarios eran incapaces de ovular, porque habían sido gravemente dañados por un tratamiento contra el cáncer, había dado a luz a un niño sano. Se cree que esto fue posible gracias a que, antes de iniciar el tratamiento, se tomó una porción de tejido ovárico y se preservó mediante congelación. Una vez terminada la quimioterapia, el tejido se injertó en su cuerpo y fue capaz de producir un óvulo sano.
Lo realizado en Bélgica ha hecho pensar a ciertos especialistas en medicina reproductiva que ése podría ser el camino para que algunas mujeres posterguen el momento de tener hijos y lo hagan cuando ya han dejado atrás su edad fecunda.
La conservación de tejido ovárico tiene grandes ventajas, dado que los folículos que allí se encuentran sobreviven con facilidad tanto al proceso de congelamiento como al inverso.
El tejido descongelado se implanta bajo la piel del brazo o del abdomen, donde vuelve a producir las hormonas sexuales que regularmente generan los ovarios y al final produce nuevos óvulos. Los óvulos deberán tomarse de allí por medio de un procedimiento quirúrgico y será necesario recurrir a la fertilización in vitro.
Este procedimiento es realmente promisorio, pero por ahora se sugiere que sólo se lleve a cabo de manera experimental en aquellas mujeres que deben someterse a un curso de quimioterapia. No se recomienda para mujeres sanas que, en virtud de razones profesionales, quieren aplazar el embarazo más allá de los 40 años.