Hace 4,500 años, los médicos chinos ya practicaban la acupuntura. Esta técnica consiste en la inserción de una o varias agujas metálicas en la piel o los tejidos subyacentes en puntos específicos del organismo. Por medio de la acupuntura se ha logrado anestesiar a los pacientes, eliminar el dolor y curar algunas enfermedades.
Pese a ello, no se conoce el mecanismo de acción de la acupuntura y los estudios realizados hasta la fecha para explicarlo han arrojado resultados inconsistentes y controvertidos.
Cuando se registra la actividad cerebral mediante tomografías se puede observar que la aplicación de agujas activa la zona del cerebro que reacciona a los «opiáceos», también conocidos como «endorfinas». Estas sustancias que produce el cerebro tienen una acción analgésica. No obstante, cuando se introdujeron agujas «placebo», es decir, agujas retráctiles que no penetraban la piel, el paciente percibía que sí lo hacían y muchas veces se reconoció incluso una acción analgésica y en esos casos se identificó la misma actividad en la zona del cerebro ya señalada.
Esto llevó a pensar que, en la mayor parte de las veces, la acción analgésica era atribuible al «efecto placebo».
En fecha reciente, un equipo de investigadores llevó a cabo unos estudios y obtuvo imágenes de la actividad cerebral por medio de una tomografía especial llamada PET. Estos especialistas encontraron que la acupuntura, cuando se aplicaba de forma apropiada, aumentaba la actividad en otra zona de la corteza cerebral, la denominada «ínsula».
Aún es impreciso el significado de esto, pero demuestra que además de las «expectativas de curación» del enfermo, algo más se activa en el cerebro para inducir analgesia.
No será fácil hallar el mecanismo de acción de la acupuntura, pero promete grandes avances en medicina.
Pese a ello, no se conoce el mecanismo de acción de la acupuntura y los estudios realizados hasta la fecha para explicarlo han arrojado resultados inconsistentes y controvertidos.
Cuando se registra la actividad cerebral mediante tomografías se puede observar que la aplicación de agujas activa la zona del cerebro que reacciona a los «opiáceos», también conocidos como «endorfinas». Estas sustancias que produce el cerebro tienen una acción analgésica. No obstante, cuando se introdujeron agujas «placebo», es decir, agujas retráctiles que no penetraban la piel, el paciente percibía que sí lo hacían y muchas veces se reconoció incluso una acción analgésica y en esos casos se identificó la misma actividad en la zona del cerebro ya señalada.
Esto llevó a pensar que, en la mayor parte de las veces, la acción analgésica era atribuible al «efecto placebo».
En fecha reciente, un equipo de investigadores llevó a cabo unos estudios y obtuvo imágenes de la actividad cerebral por medio de una tomografía especial llamada PET. Estos especialistas encontraron que la acupuntura, cuando se aplicaba de forma apropiada, aumentaba la actividad en otra zona de la corteza cerebral, la denominada «ínsula».
Aún es impreciso el significado de esto, pero demuestra que además de las «expectativas de curación» del enfermo, algo más se activa en el cerebro para inducir analgesia.
No será fácil hallar el mecanismo de acción de la acupuntura, pero promete grandes avances en medicina.