Las condiciones de los primeros años de vida son importantes para el futuro de las personas. Un nuevo estudio sugiere que una infancia llena de privaciones psicológicas o físicas contribuye al riesgo de desarrollar, en la edad adulta, enfermedades del corazón.
Investigadores de tres instituciones médicas revisaron los expedientes clínicos de 17 mil 337 adultos para identificar los factores de riesgo de enfermedades cardiacas y los síntomas, incluidos los ataques al corazón. Los científicos también efectuaron una encuesta entre los participantes a fin de determinar quiénes habían sido testigos de violencia familiar, víctimas de abuso mental, físico o negligencia, convivencia con exconvictos, toxicómanos o alcohólicos o bien enfermos mentales.
Los investigadores encontraron que mientras más problemas padecieron los voluntarios al principio de sus vidas, más grande era la probabilidad de desarrollar una enfermedad vascular. En las personas que sufrieron siete u ocho de estos problemas, el riesgo se incrementó hasta más del doble, en comparación con las que habían enfrentado ninguno o dos conflictos. Los científicos ya habían descubierto que los individuos que experimentaron en la infancia circunstancias difíciles tendían a padecer, durante la fase adulta, algunos problemas relacionados con el corazón, entre ellos obesidad, depresión y tabaquismo.
Al comparar la incidencia de este tipo de padecimientos con la población general, quedó claro que los individuos con una infancia marcada por dificultades afrontan muchas veces un futuro más difícil para el corazón.