¿Qué tanto trabajo le cuestan las matemáticas? Es casi seguro que la escasa destreza que algunas personas muestran en esta materia tiene un origen que va allá del simple disgusto por los números y sus operaciones. En fecha reciente, un equipo de científicos se ha enfocado en una región del cerebro que deja a algunos individuos inermes ante las matemáticas. Según estos científicos, dichos sujetos sufren de «acalculia», el equivalente matemático de la dislexia, y presentan pulsos anormales de actividad en una zona del cerebro llamada surco intraparietal derecho, el cual ayuda a la mente a conformar imágenes espaciales.
El estudio apoya la idea de que los individuos con acalculia tienen dificultad para concebir distribuciones de números, por ejemplo una línea extendida del uno al 100. Además, pueden encontrar problemas para sumar números pequeños.
En un experimento con 14 mujeres cuyos cerebros fueron estudiados por medio de imágenes de resonancia magnética funcional, los especialistas encontraron que el surco intraparietal derecho era inusualmente bajo y corto. Las pacientes sufrían una enfermedad genética llamada síndrome de Turner, que tiene un nexo notorio con la acalculia.
Por otra parte, los investigadores señalan que esta anomalía probablemente es parte de un espectro más amplio de dificultades de aprendizaje de las matemáticas. Algunas personas pueden tener problemas para seguir el orden de columnas de decenas y unidades, mientras que a otras se les dificultan las sumas aprendidas de memoria.
Muchos estudios han tratado de llegar a las raíces de la dislexia, pero la acalculia es una enfermedad aún no explorada. Además, el diagnóstico es complicado, toda vez que a mucha gente simplemente le disgustan las matemáticas e incluso algunos individuos experimentan franca «fobia» por ellas.
El estudio apoya la idea de que los individuos con acalculia tienen dificultad para concebir distribuciones de números, por ejemplo una línea extendida del uno al 100. Además, pueden encontrar problemas para sumar números pequeños.
En un experimento con 14 mujeres cuyos cerebros fueron estudiados por medio de imágenes de resonancia magnética funcional, los especialistas encontraron que el surco intraparietal derecho era inusualmente bajo y corto. Las pacientes sufrían una enfermedad genética llamada síndrome de Turner, que tiene un nexo notorio con la acalculia.
Por otra parte, los investigadores señalan que esta anomalía probablemente es parte de un espectro más amplio de dificultades de aprendizaje de las matemáticas. Algunas personas pueden tener problemas para seguir el orden de columnas de decenas y unidades, mientras que a otras se les dificultan las sumas aprendidas de memoria.
Muchos estudios han tratado de llegar a las raíces de la dislexia, pero la acalculia es una enfermedad aún no explorada. Además, el diagnóstico es complicado, toda vez que a mucha gente simplemente le disgustan las matemáticas e incluso algunos individuos experimentan franca «fobia» por ellas.