Es innegable que el aumento del dióxido de carbono en la atmósfera, proveniente de la quema de combustibles fósiles, es uno de los principales causantes del calentamiento global y éste, a su vez, de los drásticos cambios de clima que estamos viviendo.
A pesar de esto, un grupo de científicos ha sugerido con optimismo que el aumento de CO2 podría ser benéfico para el planeta. Dado que este gas es la materia prima con la cual las plantas realizan la fotosíntesis, al incrementarse su cantidad éstas lo aprovecharían más y habría un aumento de todo tipo de áreas verdes con mayor capacidad para absorber y reciclar este gas.
Para comprobar esta propuesta, los especialistas agrónomos realizaron un experimento en un bosque en Suiza. En la época de crecimiento de los árboles, todos los días durante seis meses rociaron un área de 500 m2 con dos toneladas de dióxido de carbono.
De ese modo se simuló una atmósfera que contenía 1.5 veces más dióxido de carbono del que hay en la actualidad. La operación se repitió durante cuatro años, al cabo de los cuales no se observó un aumento de la biomasa del bosque ni un mayor crecimiento de los árboles.
Sin embargo, los resultados no son concluyentes, ya que sólo se ha realizado el experimento en un solo tipo de bosque y quizá los datos puedan ser diferentes en bosques boreales, de coníferas o en selvas húmedas.
Por lo pronto, el estudio rompe la ilusión de pensar que el planeta, por sí solo, es capaz de reciclar el exceso de dióxido de carbono que se produce en la actualidad.
Esto también es un llamado de atención para los países que no reducen sus emisiones de este gas por temor a una desaceleración de su economía.