Todos conocemos la importancia de que un niño nazca en el periodo normal de gestación. De acuerdo con un nuevo estudio, los bebes prematuros son más propensos a desarrollar resistencia a la insulina, lo cual representa un signo de alerta de diabetes.
Una persona con esta característica tiene células que responden de manera ineficiente a la insulina, la hormona que regula el metabolismo del azúcar en todo el cuerpo. Al resistirse a los efectos de la hormona, las células requieren que el páncreas trabaje más, lo que resulta en una diabetes tipo 2, que aparece sólo en los adultos.
En un estudio se analizaron los datos de 50 niños de cuatro a diez años de edad que nacieron prematuramente, pero que gozaban de buena salud. Se estudió también a un grupo que nació con peso y tiempo de gestación normales y a otro de pequeños que se gestaron en tiempo regular pero que registraron un peso menor.
Las muestras de sangre de los prematuros mostraban una resistencia mayor a la insulina, por lo que producían 50 por ciento más de esta hormona que los niños normales. Los pequeños nacidos en tiempo regular, pero con peso menor, evidenciaron una resistencia a la insulina similar a la de los nacidos de forma prematura.
El último trimestre de gestación tiene un papel dominante en la sensibilidad a la insulina. Muchos estudios han relacionado el bajo peso al nacer y la condición prematura con enfermedades que se desarrollan con posterioridad. La resistencia a la insulina podría ser el mecanismo clave que fundamente esa relación, dado que la afección también se vincula con presión alta y enfermedades cardiacas.
Una persona con esta característica tiene células que responden de manera ineficiente a la insulina, la hormona que regula el metabolismo del azúcar en todo el cuerpo. Al resistirse a los efectos de la hormona, las células requieren que el páncreas trabaje más, lo que resulta en una diabetes tipo 2, que aparece sólo en los adultos.
En un estudio se analizaron los datos de 50 niños de cuatro a diez años de edad que nacieron prematuramente, pero que gozaban de buena salud. Se estudió también a un grupo que nació con peso y tiempo de gestación normales y a otro de pequeños que se gestaron en tiempo regular pero que registraron un peso menor.
Las muestras de sangre de los prematuros mostraban una resistencia mayor a la insulina, por lo que producían 50 por ciento más de esta hormona que los niños normales. Los pequeños nacidos en tiempo regular, pero con peso menor, evidenciaron una resistencia a la insulina similar a la de los nacidos de forma prematura.
El último trimestre de gestación tiene un papel dominante en la sensibilidad a la insulina. Muchos estudios han relacionado el bajo peso al nacer y la condición prematura con enfermedades que se desarrollan con posterioridad. La resistencia a la insulina podría ser el mecanismo clave que fundamente esa relación, dado que la afección también se vincula con presión alta y enfermedades cardiacas.