«Murió pacíficamente mientras dormía…» Es frecuente oír esta expresión cuando alguien se refiere a la forma de fallecer de una persona de avanzada edad. Este tipo de muerte siempre la han atribuido los médicos a un paro cardiaco.
Unos neurobiólogos acaban de encontrar lo que en verdad la origina y que, a fin de cuentas, produce un paro cardiaco. Se trata de la lenta degeneración de un grupo de neuronas cuya función es regular la respiración mientras una persona duerme. A este grupo de células se lo conoce como el «complejo preBötzinger».
Esto lo comprobaron cuando administraron a unas ratas una sustancia que destruye de manera específica este conjunto neuronal, sin dañar ninguna otra parte del cerebro.
En los primeros días los animales dejaban de respirar cuando entraban en la fase más profunda del sueño, conocida como MOR o de «movimientos oculares rápidos».
La falta de oxígeno las despertaba luego de efectuar un gran esfuerzo por respirar. Poco tiempo después, cuando el total de las neuronas del complejo preBötzinger se había destruido, todas las ratas perecieron mientras dormían.
Una persona anciana puede encontrarse tan débil que la falta de oxígeno no la despierta y entonces muere. El objetivo de estos estudios no consiste en encontrar un medicamento o algún tratamiento que impida la degeneración del complejo neuronal, ya que los médicos están de acuerdo en que para un anciano este tipo de deceso es una de las formas menos dolorosas de morir.
La importancia de estas investigaciones radica en tener un mayor conocimiento del complejo comportamiento del cerebro humano.
Unos neurobiólogos acaban de encontrar lo que en verdad la origina y que, a fin de cuentas, produce un paro cardiaco. Se trata de la lenta degeneración de un grupo de neuronas cuya función es regular la respiración mientras una persona duerme. A este grupo de células se lo conoce como el «complejo preBötzinger».
Esto lo comprobaron cuando administraron a unas ratas una sustancia que destruye de manera específica este conjunto neuronal, sin dañar ninguna otra parte del cerebro.
En los primeros días los animales dejaban de respirar cuando entraban en la fase más profunda del sueño, conocida como MOR o de «movimientos oculares rápidos».
La falta de oxígeno las despertaba luego de efectuar un gran esfuerzo por respirar. Poco tiempo después, cuando el total de las neuronas del complejo preBötzinger se había destruido, todas las ratas perecieron mientras dormían.
Una persona anciana puede encontrarse tan débil que la falta de oxígeno no la despierta y entonces muere. El objetivo de estos estudios no consiste en encontrar un medicamento o algún tratamiento que impida la degeneración del complejo neuronal, ya que los médicos están de acuerdo en que para un anciano este tipo de deceso es una de las formas menos dolorosas de morir.
La importancia de estas investigaciones radica en tener un mayor conocimiento del complejo comportamiento del cerebro humano.