A diferencia de los animales, el hombre es capaz de emitir juicios morales. Unos psicólogos investigan en la actualidad de qué manera las zonas cerebrales relacionadas con las emociones contribuyen a realizar este tipo de reflexiones.
El área del cerebro que está justamente atrás de la frente, conocida como «corteza prefrontal ventromedial», es la encargada de generar emociones sociales como orgullo, culpa y vergüenza, entre otros.
A seis pacientes que habían sufrido una lesión en este lugar, ya fuera como resultado de un accidente vascular o bien porque se había dañado al remover quirúrgicamente un tumor en esa región, les plantearon dilemas del siguiente tipo: «Seis personas van en una embarcación en el mar lejos de la costa. Están en peligro de zozobrar, por sobrepeso. ¿Lanzaría usted a una de ellas por la borda para que el resto se salvara?» Todos los pacientes con lesión en esa área dieron una respuesta pragmática y utilitaria y aseguraron que sí lo harían.
Cuando este tipo de dilemas se planteó a personas sanas, ninguna dijo ser capaz de matar a otra para salvar al resto.
Esto indica que una combinación de mecanismos intuitivos y afectivos influye en la conciencia racional cuando se generan juicios morales. El desarrollo de esta zona pudo cooperar tal vez en la evolución que llevó al Homo Sapiens.