El premio Nóbel se otorga cada año por los logros intelectuales que «hayan dado mayor beneficio a la humanidad» en diferentes áreas del conocimiento.
En 2004, el premio de Fisiología y Medicina se otorgó a dos médicos australianos: Marshall y Warren, que descubrieron el agente causal del 75 por ciento de los casos de úlcera gástrica.
Por mucho tiempo se aseguró que el factor etiológico de este padecimiento era la gran cantidad de ácido clorhídrico en el estómago, producido como consecuencia del estrés o los componentes de la dieta. El trastorno se trataba exclusivamente con antiácidos y dietas especiales y, aunque los síntomas se atenuaban, después de cierto tiempo reaparecía la úlcera.
Con mucha frecuencia, estos médicos habían observado una bacteria de forma espiral en biopsias de los tejidos gástricos con úlceras.
Cuando lograron su cultivo y determinaron sus propiedades, comprobaron que se trataba de una bacteria hasta entonces desconocida, a la que llamaron Helicobacter pylori, y la identificaron como el agente causal de la úlcera gástrica.
Notificaron su descubrimiento en un congreso de gastroenterología en 1988, pero su exposición fue objetada y aun ridiculizada por la comunidad de gastroenterólogos, que se negaba a creer que la úlcera gástrica podía tratarse con antibióticos.
El doctor Marshall, frustrado por ello, ingirió una solución que contenía Helicobacter, y una semana después mostró los síntomas de la gastritis que conduce a la úlcera, y comprobó así que respondía al tratamiento con antibióticos.
Sin duda, su descubrimiento aportó un gran beneficio a la humanidad.