Ruiseñores, canarios, cenzontles… Cada uno tiene su muy particular forma de cantar y, claro, en tonos más o menos graves. Pero el tono más alto o bajo de un pájaro no siempre es cuestión de estilo; algunas veces se debe a ciertas condiciones ambientales.
Un reciente estudio ha revelado que los pájaros de ciudad que vuelan sobre áreas de tránsito intenso tienden a entonar sus cantos a frecuencias más altas que las aves establecidas en vecindarios más tranquilos.
Para la investigación, un equipo de científicos analizó los datos de grabaciones que registraron el canto de 32 pájaros macho del tipo «carbonero común» en varios lugares. Además, los científicos tomaron una serie de medidas de las grabaciones de los cantos y el sonido de fondo en cada lugar antes, durante y después de las horas pico.
Los resultados mostraron que la frecuencia mínima promedio de la entonación, que oscila entre los 2.82 y los 3.77 khz, fue más baja en los lugares tranquilos que en los ruidosos. Según estos especialistas, el ruido urbano, proveniente en la mayor parte de los casos de motores de autos, camiones y demás comodidades modernas, invaden las frecuencias más bajas de los pájaros en los sitios con mucho ruido.
Un famoso estudio, realizado en 1979, demostró que los pájaros carboneros comunes que viven en bosques densos tienden a emitir cantos más simples; en cambio, los que habitan en áreas más despejadas hacen vocalizaciones más adornadas. Los mismos estudiosos descubrieron también que pájaros como los ruiseñores cantan más alto en un laboratorio cuando hay ruido de fondo.
Por otro lado, los expertos señalan que los pájaros macho jóvenes de esta especie aprenden sus cantos en gran parte cuando establecen un territorio y sostienen duelos de canto con los machos vecinos. En los lugares ruidosos, las entonaciones más altas pueden ser más efectivas para opacar a los rivales y precisamente son a éstos a los que copian más a menudo los machos jóvenes.
Un reciente estudio ha revelado que los pájaros de ciudad que vuelan sobre áreas de tránsito intenso tienden a entonar sus cantos a frecuencias más altas que las aves establecidas en vecindarios más tranquilos.
Para la investigación, un equipo de científicos analizó los datos de grabaciones que registraron el canto de 32 pájaros macho del tipo «carbonero común» en varios lugares. Además, los científicos tomaron una serie de medidas de las grabaciones de los cantos y el sonido de fondo en cada lugar antes, durante y después de las horas pico.
Los resultados mostraron que la frecuencia mínima promedio de la entonación, que oscila entre los 2.82 y los 3.77 khz, fue más baja en los lugares tranquilos que en los ruidosos. Según estos especialistas, el ruido urbano, proveniente en la mayor parte de los casos de motores de autos, camiones y demás comodidades modernas, invaden las frecuencias más bajas de los pájaros en los sitios con mucho ruido.
Un famoso estudio, realizado en 1979, demostró que los pájaros carboneros comunes que viven en bosques densos tienden a emitir cantos más simples; en cambio, los que habitan en áreas más despejadas hacen vocalizaciones más adornadas. Los mismos estudiosos descubrieron también que pájaros como los ruiseñores cantan más alto en un laboratorio cuando hay ruido de fondo.
Por otro lado, los expertos señalan que los pájaros macho jóvenes de esta especie aprenden sus cantos en gran parte cuando establecen un territorio y sostienen duelos de canto con los machos vecinos. En los lugares ruidosos, las entonaciones más altas pueden ser más efectivas para opacar a los rivales y precisamente son a éstos a los que copian más a menudo los machos jóvenes.